La pasión y comprensión del Mártir Motahari | ||
La pasión y comprensión del Mártir Motahari Por: Seyyed Hasan Jomeini* El difunto mártir ayatolá Morteza Motahari, que estos días se cumple el aniversario de su muerte, es considerado uno de los grandes pensadores que ha tenido un profundo impacto en el campo del Pensamiento Islámico, un impacto que, quizás, por su profundidad, duración y magnitud -en la victoria de la Revolución Islámica de Irán basada en sus opiniones teológicas y filosóficas chiíes- sea algo verdaderamente excepcional. El carácter del profesor Motahari, en mi opinión como uno de sus seguidores que tuvo el placer de conocer parte de sus obras e ideas, es digno de admirar. En primer lugar, hay que tener en cuenta su fidelidad y adhesión a los principios religiosos islámicos. Sin lugar a dudas, Motahhari era un yihadista religioso, como se evidencia a lo largo de todas sus obras. Tal vez, en la época en la que vivió, dicha cualidad era considerada un valor (un principio ideológico), aunque podemos entender mejor la importancia de este compromiso al conocer su habilidad en el Ijtihad. Resulta importante señalar que Motahhari, por un lado, era un reformista religioso, como se pone de manifiesto en su libro “La Cuestión del Hiyab y la Economía Islámica”, donde se enfrenta a la desaprobación de algunos clérigos tradicionales respecto al tema; y, por otro, creía que una sociedad que busca el bien común, tiene que seguir los principios espirituales islámicos. Basta con remitirse al libro de “La Épica de Hossein”, donde podemos leer sus interpretaciones acerca de la religión y los rituales religiosos, además de recordar sus críticas –en algunos casos violentas- sobre otros pensadores. Motahhari no era un pensador que solo destacara por su fervor religioso –un motivo para ser criticado por los revolucionarios de aquel entonces-, sino que en sus obras también se descubre su pasión por comprender la verdad. Recordaremos que en los años 30 y 40 el discurso dominante de la época era el cientificismo; en este sentido, hay algunas personas que tratan de desacreditar todo lo que es religioso y dar a todo ello un significado científico. En los años 50, los años del apogeo de la lucha bajo la sombra de las ideas izquierdistas, existen grandes personalidades que tratan de representar la lucha como el principio fundamental del Islam hasta que algunos grupos llegan a la idea del socialismo islámico. Motahhari, además de esforzarse por que en aquellos años el Islam se constituyera como una necesidad dentro de la sociedad y la escuela chií abandonase ese hálito de superstición que la rodeaba, reprochó también el estancamiento derivado del tradicionalismo, y, por ello, siempre lo criticó presentándolo como un obstáculo para los movimientos por la paz y la justicia, el antimperialismo. Se pueden mencionar como ejemplos al respecto, sus críticas a “Zarre Bi Enteha” y “Rah Teyshodeh”, ambos escritos por Bazargan. Debido a su marco jurídico-filosófico y a su sabiduría, pudo hacer frente, de forma sabia, a los problemas de su sociedad. Con todo ello, nunca dirigió sus críticas al idealismo de sus lectores, constituyendo ésta la tercera característica más importante de su persona. En aquellos años, cuando surgió la falsa declaración formulada por algunos pensadores contra Shariati, según la cual, se le acusaba de ser un infiel cuya intención era destruir la sociedad, el modelo de comportamiento de Motahhari con los jóvenes musulmanes reformistas ya era diferente. A menudo, escuchaba a los jóvenes e intentaba corregir sus errores, razón por la cual, era considerado un intelectual religioso, algo que, en la mayor parte de sus obras, es algo evidente. Por lo tanto, el lector que acceda a su libro “Las causas del materialismo” comprenderá el significado completo de dicha palabra. Por aquella época, Motahhari consideraba el Islam la única vía para salvar a la sociedad, a la vez que trataba de corregir las interpretaciones erróneas que se habían realizado durante décadas acerca del Islam, esfuerzo en el que nunca dejó de lado sus propios principios, en otras palabras, sus firmes principios en torno al Ijtihad, adquiridos con el tiempo. Sin lugar a dudas, el profesor Motahhari, en el campo de la filosofía islámica, fue famoso por la interpretación que hizo de la filosofía de Mulla Sadra, aunque no lo podemos calificar de innovador dentro de este campo humanístico que tanto difundió. Dignos son de mentar los comentarios que realizó sobre el libro “Manzumeh”, en los que nos revela su profunda comprensión acerca del tema filosófico; así como los comentarios que hizo en torno al libro “Los principios de la filosofía y la metodología del realismo”, una de las obras más influyentes dentro del pensamiento filosóficos de Mulla Sadra. Además de la filosofía, Motahhari se adentró en la interpretación de “La cumbre de la elocuencia” y en el campo de los Hadiz, estudios que representan un amplio conocimiento de los principios religiosos por su parte. En lo tocante a las cuestiones relacionadas con las bases de la ley islámica (Usul al-Figh), desafortunadamente no nos han quedado sus puntos de vista al respecto y lo único con lo que contamos es con algunos breves comentarios recogidos en varios libros, como el referente al Hiyab. Pese a todo, podemos hacernos una idea de cuál era su opinión acerca del Usul al-Figh a través de sus obras. Son pocas las personas que como Motahhari hayan hablado sobre asuntos relacionados con la contemporaneidad, tales como los problemas de la mujer, la relación entre la libertad y la religión, los principios teológicos de la economía, la necesidad de extensión de la justicia y otros temas como la fe y el determinismo histórico. Motahhari, al tratar dichas cuestiones, siempre presentaba nuevas interpretaciones de los textos. Entre los grandes pensadores musulmanes de los últimos siglos, son muy raras las personas que, como Motahhari, hayan estudiado los nuevos campos pertenecientes al conocimiento del Islam, constituyendo ésta la quinta característica del personaje que nos ocupa. En cuanto a las críticas que realizó al marxismo, podemos señalar que Motahhari concibió el concepto de “Maghul Sani” –que es un debate filosófico muy importante- como un arma incomparable para hacer frente a otras filosofías occidentales. Él, debido a su mente abierta, erudición y disciplina, pudo otorgar nuevas funciones a la filosofía islámica y a la teología chií. Cabe destacar en este punto que dicho esfuerzo requirió de mucho coraje y sacrificio, además de tener que hacer frente a comentarios irónicos y malas palabras. Otra característica propia de Motahhari que lo diferencia del resto de sus compañeros es que no se limitó únicamente a la esfera filosófica. Pese a que Motahhari fue famoso por su conocimiento en el campo filosófico, ámbito que –al menos entre los filósofos musulmanes- no presta atención a los asuntos relacionados con la sociedad, escribió la obra “Dastan Rastan”, fue el predicador de Teherán y, también, se dedicó a cuestiones vinculadas a la Revolución Islámica. Todos estos factores nos obligan a considerarlo, en cierto sentido, un filósofo intelectual, pues un intelectual conoce el sufrimiento por el que está pasando la sociedad que le rodea y busca la fórmula adecuada para mitigarlo. Asimismo, una más de las cualidades de Motahhari fue el hecho de ser una persona de su tiempo, especialmente cuando predicaba, pues en sus discursos repetía algunas de las cuestiones que hemos mencionado anteriormente. Hay que tener en cuenta que quien no sepa el verdadero significado de la ciencia, por lo general, es incapaz de producir nuevas ideas y ponerse al día en su especialidad. Yo, personalmente, creo que todas las obras de Motahhari difieren entre sí y no pueden ser valoradas por igual, pues algunos de sus sermones tienen una base científica, como el libro “Falsafeh Akhlagh” (ética), y no pueden equipararse a otras obras, aunque en todas ellas es patente el esfuerzo que realizó para llevarlas a cabo. Cabe señalar que –al menos por lo que he escuchado- Motahhari prefería realizar sus investigaciones y sus estudios personalmente, y si hubiera contado con el apoyo de la República Islámica, su conocimiento habría sobrepasado los límites de lo que llegó a ser. Por último, nos queda referirnos a la octava cualidad de Motahhari. La humildad que caracterizó a este mártir en el campo científico ha tenido un claro impacto en todos aquellos que han leído sus obras. En ninguno de sus escritos se vanagloria por su sabiduría y, cuando encontraba algo importante, no se lo atribuía únicamente a sí mismo, como sí han hecho otros personajes que contaban con un nivel académico inferior a Motahhari. Por fin, quisiera concluir este artículo pidiéndole a Dios que bendiga a este mártir a quien el ex Líder Supremo de Irán, el Ayatolá Jomeini, consideró como parte de su cuerpo, además de ser uno de los más destacados estudiantes del Imam. También quisiera agradecer el esfuerzo realizado por todos mis compañeros, que han tenido que sortear muchas dificultades para poder publicar sus obras, y espero que no abandonen su tesón nunca. *Nieto del Imam Jomeini Líder de la Revolución Islámica de Irán | ||
Estadística Número de visitas: 2,276 |
||