La justicia se pierde en el capitalismo | ||
La justicia se pierde en el capitalismo Los ciudadanos de las sociedades capitalistas denuncian que están siendo explotados
Con el empeoramiento de la crisis económica en Occidente y la aplicación de severas medidas de austeridad para contrarrestar los problemas económicos, los ciudadanos cada vez más descontentos a causa de las injusticias sociales cometidas por los Gobiernos, han salido a las calles para reivindicar sus derechos. El profesor Pierre Dortiguier, catedrático de la Universidad francesa de Toulouse, nos ofrecerá en una entrevista una breve descripción de este panorama.
Pregunta: Profesor, antes que nada, quisiera que nos ofreciera una breve definición del capitalismo y de la austeridad. Respuesta: el capitalismo es un sistema político con características definidas y complejas, pero con el paso del tiempo ha perdido los estándares que lo definían y se ha convertido en una herramienta para el beneficio de ciertas personas. Consecuentemente, este sistema económico ya no responde a las necesidades básicas de las sociedades contemporáneas y en épocas como la actual crisis, hace que los ciudadanos se sientan explotados por los Gobiernos. Al empeorar la crisis, y con la fácil circulación de capital en la sociedad a consecuencia de los cuantiosos préstamos que ofrecen los bancos con tasas desproporcionadas de interés, los líderes occidentales han presentado lo que han llamado “planes de austeridad y ajuste económico”, mediante los cuales eliminan parte o todos los servicios públicos para poder cubrir sus déficits financieros. La principal causa de este tipo de problemas es que en las sociedades capitalistas, incluso los Gobiernos están endeudados con personas o grupos de gran poder económico que prestan enormes sumas de dinero como préstamo a los bancos y se benefician de ello recibiendo elevadas tasas de interés. Los bancos, a su vez, se ven incapaces de solventar sus deudas, por lo que canalizan la presión fiscal sobre los ciudadanos, otorgándoles a su vez préstamos con intereses aún mayores para cubrir sus lagunas financieras. Lo que está claro es que todos estos proyectos están condenados a fracasar, porque este tipo de iniciativas no solo no reducen el poderío económico de estos millonarios prestamistas, sino que lo aumentan y hacen que los Gobiernos se hundan aún más en sus deudas. Por otro lado, la incapacidad de los ciudadanos para pagar sus deudas a los bancos conduce a estos últimos a una inevitable bancarrota.
En su opinión, ¿servirán los planes de ajuste para sacar a los países europeos de la crisis? ¿Cree que estos programas respetan o no la justicia social y religiosa? Las economías más fuertes podrán arreglárselas hasta cierto punto, pero aquellas que tengan un poder bajo o incluso medio no tendrán más remedio que eliminar estos programas de la lista de sus alternativas. Cuando se aplica austeridad, inevitablemente, las instituciones y las empresas más pequeñas se verán excluidas del ciclo económico del país, por lo que las riquezas van a ser invertidas en el extranjero porque el gobierno no será capaz de absorberlas y utilizarlas. Al mismo tiempo, el poder adquisitivo de las clases bajas y medias de la sociedad se verá notablemente reducido, cuya consecuencia directa es el descontento generalizado que se ha materializado en masivas manifestaciones en España, Grecia y, recientemente, en Francia. Los sistemas capitalistas de hoy han salido de sus marcos estándares para convertirse en máquinas que únicamente sirven para aumentar las riquezas de un reducido grupo de personas. Por este mismo motivo no existe ninguna justicia en el reparto de las riquezas en estas sociedades. Hasta se podría decir que las crisis terminarán beneficiando a los más ricos. Occidente está intentando calmar la situación ajustando las cuentas, pero definitivamente, estas acciones solo tienen provecho a corto plazo y la incertidumbre reina sobre el futuro de estos países. No obstante, hay que decir que si la austeridad se aplica correctamente, crea posibilidades para combatir la crisis, siempre y cuando los gobiernos no vuelvan a caer en las garras de los grandes capitalistas. Lo anterior depende también de los ciudadanos, porque deben reivindicar la justicia sin dejarse atrapar por partidos políticos u otros grupos.
¿Cuál es la causa de la crisis en Francia? ¿Porqué hay más desempleados? Parte del desempleo actual en la sociedad francesa se debe a la falta de instrucción necesaria para que el personal pueda ocupar cargos específicos. Actualmente hay casi dos millones de puestos de trabajo vacantes en Francia simplemente porque no hay nadie que esté cualificado para ocuparlos. Y si se añade los casi tres millones de parados y los trabajadores temporales, la cifra se eleva por encima de cuatro millones de parados.
¿Porqué países como Alemania, Holanda y Austria no han sufrido deterioro económico y social? Pues porque desde hace décadas han invertido en la educación de la juventud para crear fuerza laboral especializada. Hasta han creado centros de enseñanza para instruirlos profesionalmente.
Finalmente, ¿Cuál podría ser la solución a la crisis actual? En cualquier sociedad contemporánea, la injusticia deriva en descontento de los ciudadanos y desobediencia civil. Hay que analizar las vías más adecuadas para abordar los problemas y aprovechar la experiencia adquirida por los países que ya han atravesado crisis similares para poder devolver los derechos de los ciudadanos. Una de las cualidades más importantes del Islam en el aspecto económico es la prohibición de imponer interés sobre los préstamos concedidos. La cultura islámica es la oponente más poderosa del capitalismo, porque todas aquellas cosas que han generado el descontento de los ciudadanos de las sociedades occidentales han sido rechazadas por el Islam. La economía islámica se está dando a conocer en el mundo. Aquello que vele por las necesidades de las personas y evite los daños nunca se desviará del camino adecuado.
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