La vida de Imam Jomeini | ||
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Segunda Parte Fue en esta época cuando empezó a pensar que el Clero tenía que ser políticamente activo y no dejarse llevar por el rey o el gobernante de turno. El Imam Jomeiní, muy al tanto de la política del momento mediante lectura de libros, revistas y artículos, se percató de que la única esperanza y salvación del pueblo, especialmente tras el fracaso de la Revolución Constitucional y el golpe de estado de Reza Shah, se hallaba en manos del Clero y en el contacto directo entre el pueblo y los seminarios. En marzo de 1961 murió el ayatolá Boruyerdi, y al año siguiente fue promulgada por el Sha la llamada Revolución Blanca en la que el rey aprobaba leyes que el Clero chií en general y el Imam Jomeini en particular rechazaban de plano pues argumentaban que contradecían y contravenían las leyes del Islam y que no eran más que una versión más modernizada de la política occidentalizadora de Reza Shah. Por otra parte, estaba el hecho del apoyo del sha al régimen sionista de Israel con quien mantenía relaciones diplomáticas, relación ésta que Estados Unidos ponía como uno de sus requisitos para que Washington le apoyase. El Imam, tenaz en sus acusaciones y que no dejaba de atacar al gobierno del sha, tuvo un papel decisivo a la hora de aclarar los verdaderos objetivos del monarca y de hacer oír al pueblo lo que los seminarios tenían que decir y objetar. Los telegramas y cartas abiertas que el Imam escribía en un tono desafiante al sha y a su ministro se atrajeron las simpatías de todas las capas de la población. En uno de los telegramas le decía al sha: "Nuevamente le aconsejo que obedezca a Dios al Altísimo y a la Constitución, y que tema las graves consecuencias que se derivarían por transgredir el Corán, las leyes de los ulemas de la nación, los líderes musulmanes y las leyes constitucionales; no exponga al país al peligro a propósito y sin ton ni son, pues de lo contrario los ulemas no se abstendrán de manifestar sus opiniones sobre usted". El sha finalmente se vio obligado a renunciar a parte de sus reformas. Pero Estados Unidos seguía ejerciendo su presión para que se llevasen a cabo, hasta que, en enero de 1963, el rey anunció los seis principios generales de sus reformas y la celebración de un referéndum para ratificarlas. El Imam Jomeini convocó a los clérigos y ulemas relevantes del momento para encontrar una solución. Las celebraciones del nuevo año persa de 1342 (marzo de 1963) fueron vetadas por el Imam Jomeini como protesta en contra de la política del sha. En sus discursos se refería a la Revolución Blanca como Revolución Negra y proclamaba que ésta convergía con los intereses de Norteamérica e Israel. Sin ningún tipo de miedo, el Imam Jomeini mencionaba en sus discursos y homilías al sha como agente principal de los crímenes además de estar confabulado con Israel y hacía un llamamiento a la insurrección popular. El 22 de marzo, fuerzas especiales del Gobierno y agentes de la SAVAK (la Securitate del sha) asaltaron el seminario Feiziyeh, que fue saqueado. En la refriega fueron agredidos docenas de seminaristas y muchos de ellos fueron también arrojados desde las azoteas y balcones. El Imam fue detenido junto a otros ulemas, pero fueron liberados poco después con la condición de abandonar la "propaganda subversiva". En un discurso pronunciado el 31 de marzo de 1963 criticó fuertemente el silencio de los ulemas de Qom y Nayaf ante los nuevos crímenes del régimen, "Hoy- decía- permanecer callado es estar al lado del aparato represor." Al día siguiente, el Imam promulgó su célebre manifiesto que decía que "ser pro-sha significa latrocinio." Por un lado, el sha se resistía a abandonar sus reformas, y, por otro, el Imam Jomeini insistía en impedirla influencia extranjera en el país. El 2 de abril el ayatolá supremo al-Hakim, residente en Nayaf (Irak) telegrafió a Qom y pidió a los clérigos de la ciudad que se marchasen a Irak para así proteger su integridad y la de los seminarios de Qom. El Imam hizo caso omiso a aquella petición y le envió una repuesta también telegrafiada en la que le decía que no era apropiado abandonar la ciudad. Aquí es menester decir que fue cuando la fama y la reputación del Imam Jomeini empezaron a despuntar. Paulatinamente, el Imam fue conociéndose entre el pueblo iraní y su nombre comenzó a ser asociado a la lucha contra el despotismo del rey. La insurrección del 15 de jordad de 1342 (4 de junio de 1963) El mes de junio de aquel año de 1963 coincidió con el mes sagrado de moharram, en el que se conmemora el aniversario del martirio del Imam Huseyn en Karbala a manos de las huestes impías de Yazid. Al Imam no se le pasó por alto el poder aprovechar aquella ocasión para arremeter de nuevo contra el sha, así que hizo preparar en el mismo seminario Feiziyeh una plataforma provista de potentes altavoces dentro y fuera del edificio para dar un discurso a la población que en aquellos días tan señalados se echaban a la calle para realizar los diferentes actos piadosos que se hacen esos días (llevar procesiones, dar agua, repartir comida, etc.). el 2 de junio soltó su célebre discurso público, escrito como si se dirigiera al sha y en el que le aconsejaba abandonar aquella política. Comparó al sha con Yazid- para los chiíes, una especie de Judas Iscariote- y relacionó el martirio del Imam Huseyn con las injusticias del sha, quien no tardó en emitir una orden para hacerlo callar. El 3 de junio fueron primero detenidos muchos amigos y compañeros del Imam, y a las tres de la madrugada del día 4 de junio un comando especial proveniente de Teherán acorraló su casa y lo apresaron. Fue conducido a la capital y retenido en el Club de los Oficiales para ser confinado aquella misma tarde en la cárcel de Qasr. Después de permanecer 19 días en aquella prisión fue trasladado a un cuartel militar, y mientras tanto, el sermón que dio aquel día fue grabado por los seminaristas y pronto se distribuyeron copias por todo el país. Violentos manifestaciones en las que murieron cintos de personas se sucedieron en varias ciudades debido al arresto del Imam. Durante el interrogatorio, el Imam se negó a contestar a las preguntas que le hacían y se limitó decir que consideraba ilegítimos al Gobierno de Irán y a su Poder Judicial. El 6 de abril de 1964 fue liberado son aviso previo y llevado a Qom. En cuanto se difundió la noticia el regocijo se adueño de la ciudad y durante varios días se celebró el evento en el seminario Feiziyeh. Un año después, el 4 de junio de 1964 se cumplía el primer aniversario de aquella insurrección y se emitió un manifiesto conjunto entre el Imam Jomeini y otros altos cargos de la jerarquía chií y otros seminarios, y fue declarado aquel día como de luto nacional. El Imam ya era protagonista de la escena de la oposición política del país. Había iraníes que lo apoyaban simplemente porque defendía la independencia de Irán frente a los extranjeros y otros simpatizaban con él por su defensa de los pobres y necesitados. En octubre de este año de 1964 fue aprobado en el Parlamento una ley vergonzosa en virtud de la cual se daba inmunidad diplomática a todos los consejeros militares norteamericanos residentes en Irán, es decir, hiciera lo que hicieran, ningún militar norteamericano podría ser enjuiciado por un tribunal del país. La ley era tan polémica que incluso algunos leales al sha se opusieron. Una vez aprobado, Estados Unidos le dio in crédito de 200 millones de dólares al Gobierno iraní. Era evidente que aquella ley no era más que una concesión a cambio de dinero y recordaba a las humilles concesiones que hacía los reyes de la dinastía de Qayar en el siglo XIX en beneficio de los ingleses o de los rusos. A todo esto el Imam reaccionó dando discursos en los que decía que con aquella ley, el pueblo iraní había caído a un nivel más bajo que el de un perro norteamericano. "Si alguien atropella a un perro norteamericano- decía- será perseguido por la ley. Incluso si el mismo sha fuese el que atropellase a ese perro, también sería perseguido. Sin embargo, si un cocinero norteamericano atropellase al sha, el jefe del Estado, nadie tendría derecho a interferir. Y todo esto porque ellos querían un crédito y esto era lo que Norteamérica exigía a cambio." La nueva detención del Imam no se hizo esperar. El 3 de noviembre de 1964 irrumpió un comando del ejército en su casa en Qom. Esta vez el Imam no fue llevado a prisión sino que fue inmediatamente trasladado al aeropuerto de Teherán donde ya se había preparado un avión que le llevaría al destierro; Turquía. Fue escoltado por agentes hasta Ankara. Aquella misma tarde se difundió en la prensa la noticia de la detención del ayatolá Jomeini, acusado de "atentar contra la seguridad del país." Allí permaneció 11 meses durante los cuales el régimen del sha no perdió el tiempo y estuvo reprimiendo y apagando todos los focos de insurgencia del país, y, con la ausencia del Imam, pudo tranquilamente emprender todas las reformas que tanto gustaban a los Estados Unidos. | ||
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