¿Qué puede hacer Irán por los palestinos en El Líbano? | ||
La tarde del jueves 14 de septiembre de 1984, días antes de la masacre del campo palestino de Chatila, en el oeste de El Líbano, dos agentes de la inteligencia israelí, acompañados por otros dos agentes de la inteligencia de la Falange libanesa, visitaron el campo, con un mapa detallado, a fin de identificar dónde se hallaban los refugios de los palestinos. Y lo lograron. Sin embargo, los refugiados creyeron que eran miembros de una ONG que habían venido para ayudarles con los problemas del campo, sobre todo el mal olor que procedía de los caños de alcantarilla rotos. Había 11 refugios en el interior y en el borde del campo de Chatila. Durante las siguientes 36 a 48 horas, los falangistas libaneses masacraron a los habitantes de los campamentos de refugiados palestinos con el consentimiento del régimen israelí. Pese a que han transcurrido 30 años de la mascare de Sabra-Chatila, todavía persiste el problema del alcantarillado en el campo. Si el viento sopla de norte a sur, es la Embajada de Irán la que recibe el mal olor que flota en el ambiente. Además de los caños de alcantarilla rotos del campo, la falta de electricidad, agua potable, aire acondicionado en verano, la ausencia de luz solar y aire fresco, la mala nutrición, las enfermedades respiratorias y el uso de drogas, son también algunos de los problemas, que parecen no tener fin y que encontramos en los campamentos de refugiados palestinos en El Líbano. En este momento, las últimas palabras de solidaridad procedentes de Irán son muy apreciadas. El Líder Supremo de Irán, el Ayatolá Seyyed Ali Jamenei, y el presidente, Mahmud Ahmadineyad, recibieron a los líderes palestinos en Teherán, capital iraní, durante la celebración del XXXIII aniversario de la Revolución Islámica (1979). En este encuentro, Irán se comprometió a cumplir con sus deberes "morales y religiosos para disminuir los efectos de la limpieza étnica (Nakba) entre los refugiados palestinos”. De acuerdo con el Líder Supremo, Irán apoya la creación de un Estado palestino, que está en la actualidad bajo la ocupación del "régimen sionista". Irán rechaza la solución que plantea la creación de dos estados, pues considera que Palestina es indivisible e inseparable. "Irán no espera otra cosa que la fortaleza de la resistencia palestina," dijo el Ayatolá Jamenei. Durante la visita de una delegación encabezada por funcionarios de Hamas, el presidente, Mahmud Ahmadineyad, que realizó una fructífera visita el año pasado a El Líbano, reiteró su petición de que se lleve a cabo un referéndum libre en el que participe toda la población palestina, incluidos los ciudadanos árabes residentes en el régimen de Israel, para determinar el tipo de gobierno que tendrá el futuro Estado palestino; además de hacer hincapié en el hecho de que si se estableciera un estado palestino junto a Israel, ello "nunca significaría un respaldo a la ocupación israelí". El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Ali Akbar Salehi, dijo también a la delegación palestina que Irán ayuda a las personas que sufren en los campos y habló de "la necesidad de que la nación palestina se adhiera a los principios básicos de la resistencia, como el punto clave para alzarse con la victoria frente a Israel", según informó la agencia iraní de noticias Press TV. La evolución de la relación entre Irán y la OLP Antes de la Revolución Islámica, Palestina no contaba con una embajada en Irán. El Sha estaba más interesado en mantener buenas relaciones con Israel y Estados Unidos que con los palestinos o con el proceso de paz árabe-israelí. La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) desarrolló estrechos vínculos con los revolucionarios iraníes, además de encargarse de la formación de disidentes iraníes en los campamentos que tenía en El Líbano. La OLP respaldó la Revolución Iraní de 1979 y, poco después de la revolución, el jefe de la OLP, Yasser Arafat, encabezando una delegación compuesta por 58 palestinos, fue el primer líder árabe que visitó Teherán para felicitar al liderazgo del país por su éxito. Durante una ceremonia que se celebró para tal ocasión, el entonces primer ministro iraní, Mehdi Bazargan, en un acto simbólico, entregó las llaves de la Embajada israelí a la autoridad de la OLP. Por otra parte, pese al apoyo del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el Ayatolá Ruhollah Jomeini, a los palestinos, durante un encuentro de dos horas de duración con Arafat, el 18 de febrero de 1978, el Ayatolá Jomeini criticó a la OLP por su nacionalismo limitado y su agenda pan-árabe; además, urgió a Arafat a restaurar la OLP en base a los principios de la Revolución Islámica. Después de aquel encuentro, el Ayatolá Jomeini y Arafat no volvieron a reunirse. La relación iraní-OLP se deterioró aún más cuando Arafat apoyó a Irak durante la Guerra Irán e Irak (1980-1988), y otra vez más, cuando Sadam Husein invadió Kuwait. Irán condenó a Arafat en 1988, después de que éste reconociera a Israel y pidiera que se celebraran conversaciones de paz con dicho régimen. En 1989, el Ayotolá Jamenei tildó a Arafat de “traidor e idiota” y, pese a que la OLP mantenía relaciones diplomáticas con Teherán, Irán no apoyó a la OLP hasta el año 2000. Con todo esto, la cuestión que nos ocupa es la siguiente: ¿Irán ayudará a reparar los caños de alcantarilla rotos en el campamento de los palestinos en El Líbano? ¿El liderazgo de Irán pedirá a sus amigos libaneses que reconozcan el derecho a trabajar de los palestinos y deroguen la ley de 2001, que prohíbe la compra de viviendas a los palestinos en El Líbano? En realidad, la falta de estos derechos humanos básicos en El Líbano incide de manera negativa en el día a día de los palestinos, incluso mucho más que el objetivo de liberar Al-Aqsa en el Monte del Templo. Zeinab al Hajj, una residente del campo de Chatila, explica regularmente a los visitantes iraníes que “si tuvieran permiso para trabajar y a tener su propia casa en El Líbano, su capacidad para lograr la liberación de Palestina sería algo más plausible. Podrían resistir con más energía ante la ocupación sionista. Podrían hacer algo más que sobrevivir y mantener con dificultad a la familia unida”. En este XXXIII aniversario de la Revolución Islámica de Irán y el XXX aniversario de la masacre de Sabra- Chatila en 1982, la conversación que mantuvo el Líder Supremo de Irán con el secretario general de Hezbolá, Sayed Hassan Nasrallah, y la reunión con las autoridades libanesas, facilitará a millones de refugiados palestinos en El Líbano obtener sus derechos básicos hasta que vuelvan a sus hogares, es decir, poder trabajar de forma legal y comprar una casa en El Líbano. | ||
Estadística Número de visitas: 3,616 |
||